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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pride and Prejudice

Sólo estoy dispuesta a actuar de la manera más acorde, en mi opinión, con mi futura felicidad, sin tener en cuenta lo que usted o cualquier otra persona igualmente ajena a mí, piense.



- He luchado en vano. Ya no puedo más. Señorita Elizabeth, la amo...ardientemente
- En casos como este creo que es costumbre establecida manifestar agradecimiento por los sentimientos expresados, aún habiendo de devolverlos con desigualdad. Natural es ese agradecimiento y si pudiera yo expresar gratitud, le daría a usted las gracias. Pero no puedo; nunca he ansiado la buena opinión de usted, y usted lo ha reconocido sin querer. Siento haber ocasionado penas a alguien; más ha sido inconsciente de todo punto, y espero que sea de escasa duración.los sentimientos que según usted han retrasado durante largo tiempo mi conocimiento de sus intenciones no será difícil que venzan esas penas tras estas manifestaciones que le hago.
- ¿Y ésta es toda la contestación que he de tener el honor de esperar? Quizás pudiera desear que se me informarse porque con tan escasa prueba de cortesía soy rechazado así
- También podria yo averiguar porque con tan evidente designio de ofenderme y de insultarme me dice usted que le gusto contra su voluntad,contra su juicio y aún contra su modo de ser.¿no es esta alguna excusa para mi falta de cortesia,si es que en realidad la he cometido?
- Y tal es la opinion de usted sobre mi!¡esta es la estimacion en que usted me tiene!Le doy gracias por haberme manifestado todo eso con semejante amplitud.¡según estos calculos mis faltas han sido grandes!Pero quizá esas faltas se habrian pasado por alto si su orgullo no se hubiera ofendido con mi honrada confesion de los escrupulos que durante largo tiempo me impidieron tomar una resolución.Habria evitado tan amargas acusaciones si yo,con gran politica ,hubiera ocultado mis luchas, lisonjeandola con la idea de que me había visto impedido a este paso por inclinacion y sin reservas por mi dictamen,por mi reflexión,por todo. Más aborrezco el disimulo de toda especie. Me avergüenzo de los sentimientos expresados;eran naturales y legitimos.¿podia usted esperar que me agradara la inferioridad de sus relaciones,que me regocijase con la esperanza de parentesco cuya condición esta tan a las claras inferior a las mías?
- Desde el comienzo mismo, casi puedo decir que desde el primer instante de mi relacion con usted, sus modales que impidieron en mi la más arraigada creencia en su arrogancia, su vanidad, su egoista desden a los sentimientos ajenos, me parecieron tales, que al punto asentaron los cimientos de de la desaprobacion que los sucesos posteriores han convertido en desagrado firme;y aunque no le hubiera conocido sino hace un mes,habria pensado que era usted el último hombre en el mundo con que yo desearia casarme.
- No podría decirte qué momento, qué lugar, qué mirada o qué palabra sirvieron de base. Hace ya demasiado tiempo. Lo que sí sé decirte es que para cuando me di cuenta ya estaba metido hasta el cuello.



Los hombres están invadidos por la arrogancia o la estupidez, y si son afables es muy fácil manejarles porque no tienen un criterio propio.



- ¿Quién sería el primero en descubrir el poder de la poesía para matar el amor?
- Yo creía que la poesía era el alimento del amor.
- De un amor sólido tal vez pero, si no es más que una ligera inclinación, un mal soneto lo mataría en el acto.
- ¿Y qué recomienda para fortalecer el afecto?
- Bailar, aunque la pareja sea apenas aceptable.




Tiene que saberlo. Tiene que saber que todo lo he hecho por usted. Es usted demasiado buena para jugar conmigo. Su conversación de anoche con mi tía me ha hecho recobrar la esperanza que ya creía tener totalmente perdida. Si sus sentimientos siguen siendo los mismos, dígamelo. Mi afecto y mis deseos no han cambiado, pero una sola palabra suya me silenciará para siempre. Sin embargo, si sus sentimientos han cambiado, debo decirle que ha embrujado usted mi cuerpo y mi alma y que la amo, la amo y la amo y que ya nada podrá separarme de usted.



La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros

2 comentarios:

Ari'smile dijo...

Me he enamorado de esta entrada.
Me encanta Orgullo y Prejuicio :)
Te robo una foto !

Un beso

Sauncirie dijo...

Mi novela favorita! Nunca me cansaré de leer esta historia... simplemente es hermosa de principio a fin.