Querida Amiga:

No sé a quién decir esto, no sé a quien debo de expresar lo que siento ya que todo parece estar echo a medida para hacer que me amargue. Hoy he querido irme lejos de aquí, muy lejos de todo esto, lejos de todas estas personas y de este lugar que lo único que siembra es tristeza allá donde vaya.

Te echo tanto de menos, ¡ojalá supieras cuánto! Me encantaría dejar a mi alma volar y hablar sin importarme que hiera a alguien. Siempre la gente consigue satisfacción en causar dolor en mí y me molesta. Hasta las personas que más quiero, no lo soporto más, quiero teletransportarme e irme de aquí rapidísimo.

Aunque esto me provoca tristeza, ya que se que cuando me vaya nadie se preocupará lo más mínimo si me he ido, ni el por qué, ni el cómo ni el cuándo. Odio todo esto amiga, ojalá estuvieras aquí ya que sé que serías una de las pocas personas que tienen el don de escuchar y que me harían sentirme mejor sólo con eso.

Hoy derramé una lágrima y nadie se inmutó, ni las que más quiero, no lo entiendo amiga, ¿Qué ha pasado? al parecer estas personas no se preocupan por ti en los malos momentos pero ¿si están contigo en los buenos momentos? No lo entiendo de verdad que no, en verdad no me gustaría que vieras estas palabras ya que entiendo y sé que te preocuparías pero la verdad necesito expresarme con mayor facilidad.

Nadie mejor que tu sabe que cuando cojo un lápiz y un papel las palabras fluyen con más facilidad aunque no noto una mejoría en mi corazón que poco a poco va rompiéndose en trozos infinitos que será difícil volver a poner en su sitio original.

Me consumo con mis propias palabras que nunca he dicho

Y me descompongo con cada lágrima que echo

Te echo de menos. R.