El Vinilo de los Recuerdos [Capítulo Cuatro]

En una casa marron, desgastada por el tiempo, apartada, en la periferia de Manhattan, yacían en una habitación Mark y Tiffany. Tiffany se presentó como siempre, con su espectacular físico y con su voz provocadora mientras que Mark se presentó más raro de costumbre, después de lo ocurrido en la noche de las máscaras no se esperaba menos de él si hablamos con sinceridad.


Tiffany: Mark tenemos que hablar.
Mark: Dime.
Tiffany: ¿Cómo que dime? ¡Te me declaraste en una fiesta, sabiendo que louis me había dado calabazas! ¿Sabes lo que es eso Mark?
Mark: Creo que lo he entendido Tiffany.
Tiffany: ¿Ah si? Pues dímelo a ver...LISTO.
Mark: Que no puedo estar con alguien como tú, eres guapísima y yo se que tu interior refleja lo mismo aunque le demuestres a los demás día a día que no. Te conozco desde que jugábamos juntos a los Pokemon en preescolar así que sé de lo que hablo. No se que me ha pasado al verte Tiffany, has echo que mi corazón de un vuelco nada mas verte, pero ¡Tranquila! lo comprenderé, pero nunca he sentido nada igual.
Tiffany: [Poco convencida] ¿Y Fawn?
Mark: Que le den a Fawn, parece un clon de la Sirenita empeorado, si te soy sincero no se como Louis no te cogió a ti en vez de a ella, pero me alegro de que no lo hiciera, porque para hacerlo y no apreciar lo que tiene delante pues que se vaya.


Tiffany estaba asustada, ella también sentía lo que Mark sentía, pero ¡Eran amigos! ¡Desde pequeños! ¿Qué significaría esto en su relación? ¿Y si terminaran, volverían como antes? Todo esto le superaba a Tiffany.


Tiffany: [Se acerca, le besa suavemente] Es lo más bonito que me han dicho nunca. Creo que también te quiero Mark.
Mark: Tiffany tengo miedo de que ocurra algo, que ocurra algo en un futuro que nos separe y que nos odiemos y si...
Tiffany: // Eso no ocurrirá. No te preocupes.


Por primera vez Tiffany y Mark se sumergen en un beso, haciéndose ver la pasión existencial que ha sido contenida todos estos años, todas las sensaciones mentirosas y todas las cosas negativas que pudieran tener desvanecían en sus besos, en su amor y en el silencio que conquistó la habitación al oír a tiffany pronunciar esas dos palabras que nunca creeríamos que oiríamos de ella Te quiero.


Mientras tanto, Fawn y Louis estaban en la casa de Fawn, sus padres no estaban y Fawn cocinaba esos deliciosos Kebab's que le había enseñado su tío que vive en Turquía. Louis estaba sentado en el sillón con sus apuntes de Ingeniería Aerospacial intentando averiguar la solución a ciertos problemas. 
Louis estudiaba en Nueva York ya a un mes de graduarse, quería estudiar ingeniería aerospacial y estaba estudiando física y matemáticas en el sofá. Aunque en realidad lo que le entusiasmaba era la astronomía pero no tenía muchas salidas según él.
Fawn también estudiaba en el mismo colegio que Louis, Tiffany y Mark pero quería estudiar filosofía, era su asignatura preferida, y le daba sentido a su vida.


Fawn: Amor mío ¿Te gusta el kebab con pollo o con carne?
Louis: Como quieras cariño.
[Louis y Fawn se miraron y sonrieron, nunca habían estado tan enamorados, ¡Hasta ablando de un Kebab!]
Fawn: [Con cara desilusionada] ¿Qué pasará Louis?
Louis: [Preocupado y abrazándola, besándola por el cuello]: ¿Cómo que, qué pasara?
Fawn: Me refiero a qué pasara con nosotros. Yo quiero seguir contigo amor mío, tengo miedo de que me abandones como la última vez, no quiero sufrir más. Pero no se sabe donde vamos a estudiar ya que estamos esperando a que las universidades nos manden una respuesta, pero Louis...de verdad...
Louis: Me da igual lo que pase.
Fawn: //Louis no digas eso, yo...
Louis: Si Fawn, me da igual y te digo por qué, porque te dije cuando volvimos que no te iba a dejar por nada del mundo. Cariño, entiendo tu preocupación, lo entiendo todo, pero da igual si uno estudia en Korea y el otro en Canadá, estaremos juntos pase lo que pase.


Fawn y Louis se abrazaron, Fawn esbozo una lágrima sin quererlo, no quería que Louis la abandonara por nada del mundo, le quería, le amaba más que a nadie en este mundo y sabía que era recíproco por parte de él.


Fawn recibía una llamada, era su amiga, Verónica.
Verónica: ¡Ey Fawn! ¡Hace más de un mes que no se de ti!
Fawn: Ay si amiga mía, ¡Perdóname de verdad! pero es que lo único que ha pasado últimamente ha sido Louis, Tiffany y Mark y se me pasó llamarte. Perdóname de Verdad.
Verónica: Ay ¡De tan buena que eres pareces tonta! No hace falta que me pidas perdón Fawn ¡PARECE MENTIRA! Lo único que quería preguntarte es que si has vuelto a ver a Louis, ¡Como no me has contado nada!
Fawn: ¿Te acuerdas de una lluvia torrencial que hubo?
Verónica: Si, emm, ¿Eso en qué guarda relación con lo que te acabo de preguntar?
Fawn: ¡Ay Sarcástica! ¡Impaciente! jaja, que se presentó en mi casa con un ramo de rosas rojas y una carta diciéndome cosas que tu ya sabes como es, y nada, volvimos.
Verónica: ¡Me alegro tanto por ti Fawn!
Fawn: Gracias amiga, ¿Y tú? ¡Que no es típico de ti que no sepa de ti en un mes!
Verónica: Me he enamorado.


Fawn se queda pletórica al teléfono, aún comprobando la mella del amor en las personas, las dos gritaban a ambos lados del teléfono, gritando de alegría. Tiffany y Mark mientras tanto se abrazaban en la cama de Tiffany haciéndose notar cada vez más el amor contenido.


Love is in the air queridos lectores?
O será sólo una buena racha?


Continuará.